Preguntas y Respuestas
Covid 19 en niños y adolescentes: Aspectos a tener en cuenta para el retorno seguro
Este material corresponde a la charla del mismo nombre dictada el 8 de septiembre de 2021

La presentación de la vacuna no influye en su efectividad, quienes la administran toman la dosificación adecuada para la respectiva dosis personal, de modo que el biológico no pierde su efectividad.
El riesgo de contagio por efectuar el estudio de sueño es muy bajo, debido a que los espacios en los cuales se realiza la polisomnografía e insumos utilizados en la misma son adecuadamente desinfectados y ventilados, previo a la ejecución de cualquier estudio
En momentos en los que se retiran los tapabocas como las siestas o durante el cepillado de dientes, no es necesario incrementar la distancia entre personas, dado que son situaciones en las que no se está interactuando activamente con acciones que generen producción de aerosoles como hablar o toser, por lo cual no hace falta incrementar la distancia.
Al comer, debe respetarse esa distancia mínima, para lo cual se recomienda que en los colegios o sitos en los que se brinda la alimentación, se dispongan las sillas dejando espacios libres entre niños, de manera que se respete el distanciamiento; además, que el niño se centre en su actividad de alimentación, evitando distraerse y hablar y que una vez finalice, se ponga de nuevo su mascarilla.
Información adicional relacionada con las medidas en colegios puede ser consultada en:
https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/groups/expect-school-child-care.html
Debido a que es una enfermedad nueva, no se tiene certeza respecto a una duración exacta de la protección que brindan las respectivas vacunas, ni si se requieren refuerzos periódicos para mantener la protección; sin embargo, con la información acumulada a la fecha, se ha identificado que quienes han recibido esquemas completos, presentan títulos protectores hasta 10 meses después de la vacunación; además, el hecho de que eventualmente no se identifiquen anticuerpos, no significa que se haya perdido la protección, pues puede contarse con una respuesta de memoria inmunológica, sin embargo, esto es algo que aun está en investigación.
Si, en caso de requerirse un refuerzo posterior a la infección, los estudios han mostrado que puede utilizarse otra vacuna de plataforma diferente
En general los niños tienen un menor riesgo de complicación que los adultos, sin embargo, los menores con SD tienen una menor capacidad de respuesta inmunológica, por lo cual, a pesar de tener una cardiopatía corregida, tienen un riesgo propio de base por su condición.
Como se mencionó, la población pediátrica tiene menor riesgo frente a los efectos del COVID 19, sin embargo, las personas con SD, debido a su vulnerabilidad inmunológica, se consideran de mayor riesgo, especialmente si no han sido vacunadas.
La información obtenida a la fecha a partir de estudios, no ha identificado algún riesgo significativo para el bebé en caso de que su madre haya sido vacunada durante el primer trimestre de embarazo.
Una vez identificadas, este tipo de reacciones deben caracterizarse muy bien para entender que signos o síntomas se relacionaron con la misma, para tenerlos en cuenta en un posterior momento de nueva vacunación con otro tipo de vacunas. Es posible que, una vez superados los síntomas iniciales, no haga falta hacer nuevos seguimientos periódicos; sin embargo, si persisten o se incrementan, por supuesto que debe contarse con seguimiento médico.